¿
No os habéis fijado que si echáis un vistazo a
las revistas de cualquier kiosko al azar de la zona por dónde soléis pasear, siempre hay por lo menos
una estantería entera dedicada al porno para heterosexuales (con tías desnudas sobadas por tíos)?
Pues yo sí, y cada vez que veo uno de estos kioskos homófobos, les pregunto dónde tienen las revistas de tíos cachas, tan desnuditos como en las de las tías; o bien, las revistas de porno gay. Su conducta es intolerable, por ser homófoba y por meter en el armario obligatoriamente a sus posibles compradores.
Y, atentos, porque todos aquellos que os preguntáis por qué no se dan las circunstancias para que llegue a vuestra vida un hombre al que poder amar y que os ame, ésta es la respuesta: Los armarios son los muebles que utilizan los homófobos para que nunca salgan los que asustados se quedan dentro, y para que los que están fuera no puedan acercarse libremente a ellos y ser felices.
El miedo es el arma que nunca dejarán de utilizar, y atención, porque no tienen piedad. Para que dejen de morir tantos homosexuales en todo el mundo, es imprescindible destruir todos los armarios. Si no siempre habrá miedo, y por tanto, sufrimiento.
Preguntad en todo kiosko homófobo que veáis por las revistas porno de vuestro gusto sexual. Así sabrán que existimos personas con gustos que deben ser respetados tanto como los católicamente aceptados.